COP 25: “Tiempo de actuar” para abordar los desastres ecológicos del Archipiélago de Chiloé

Mariela Núñez Ávila

Dra. Mariela C. Núñez Ávila, investigadora Instituto de Ecología y biodiversidad, directora Estación Biológica Senda Darwin. Publicada en diario La Estrella de Chiloé, el 13 de octubre de 2019.

El Archipiélago de Chiloé se constituye de pequeñas islas localizadas al este de la Isla Grande, inmersas en el mar interior. Este territorio y maritorio presentan atributos ecológicos que le otorgan un alto grado de vulnerabilidad. Es así como transitamos desde un Archipiélago con riquezas naturales que permitían a los chilotes ser autónomos e independientes del continente, hacia un escenario al borde del colapso. Pero esto mismo ocurre en varias partes del planeta, y es por eso que los Presidentes de países de todo el mundo se reúnen la primera quincena de diciembre de 2019 en Chile en la reunión COP 25, con la idea de buscar soluciones a los grandes problemas ecológicos que tienen a la civilización al borde del colapso, pero ¿Cuáles son los principales problemas ecológicos del Archipiélago Chiloé?

En el mar interior por decenas de años el Estado de Chile ha fomentado la salmonicultura, cuyas consecuencias son toneladas de residuos sólidos que llegan a las playas del lado este de la Isla Grande y otras islas del mar interior, contaminación del fondo marino con sedimentos, un exceso de antibióticos que generan inmunidad, escapes masivos de salmones que consumen peces nativos y una mortalidad masiva de salmones que deben ser llevados a sitios de disposición final de residuos sólidos o simplemente vertidos al mar. En cuanto a los residuos sólidos domiciliarios, existen vertederos ilegales en todas las comunas de la Provincia de Chiloé. El Alcalde de comuna de Ancud informa que residuos de la industria salmonera han sido vertidos en el vertedero municipal, disminuyendo su vida útil. Este vertedero cerró en abril de este año, junto con ello decretan alerta sanitaria provincial. Por otra parte, una alta tasa de pérdida y degradación de bosques nativos debido a la tala ilegal para venta de leña y otros productos, con una insuficiente fiscalización por parte de CONAF, sumado a la contaminación del aire por venta de leña húmeda, ha generado la pérdida de estas esponjas naturales que retienen el agua lluvia, generando una creciente escasez hídrica, con localidades rurales sin un adecuado abastecimiento de agua potable. Las soluciones están en nuestras manos, sólo nos falta despertar, organizarnos y actuar.