Día Mundial del Agua, evitemos otra crisis

turbera con agua

Cristián Frene, Mariela Núñez, Scarlett Barra.
Instituto de Ecología y Biodiversidad, Fundación Senda Darwin
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Este 22 de marzo recordamos el Día Mundial del Agua, fundamental para la vida y las actividades humanas que sustentan la economía, hoy un bien finito y escaso en muchos lugares del mundo. En el contexto de cambio global, la disponibilidad de agua disminuye principalmente en la zona norte y centro de Chile. Sin embargo, a pesar de las altas precipitaciones en Chiloé respecto a otras zonas de Chile, no estamos ajenos a una crisis hídrica, la estamos viviendo desde el año 2013.

¿Qué determina que a pesar de tener abundantes precipitaciones existan hogares que dependan del agua de los camiones aljibe?

Nuestras investigaciones científicas muestran que los suelos de bosques, turberas y pomponales almacenan agua y la entregan lentamente a través de todo el año, principalmente en verano, cuando caen menos precipitaciones. Estos ecosistemas protegen los suelos y permiten la regulación hídrica, que es especialmente relevante en las Islas del Archipiélago,  donde no existe nieve que se acumule y derrita en los veranos para proveer agua. En áreas donde aún existen bosques y turberas, vemos como el caudal se mantiene durante todo el año. Es así como las cuencas de los ríos Huicha o  Chepu mantienen su caudal durante todo el año, dada la cobertura de bosques nativos que aún existe en las partes altas de estas cuencas y que permite mantener la vida aguas abajo, y sustentar a los habitantes locales,  su agricultura y el turismo, convirtiéndolos  en un valioso patrimonio para la comuna de Ancud.

En otras zonas de Chiloé también se repite esta situación, donde bosques nativos y turberas nos proveen agua, pero aun no los valoramos como sociedad y vemos como cada día son degradados. La explotación para venta de leña, pompón y otros productos con una insuficiente fiscalización, ha generado la pérdida de estas “esponjas naturales” que retienen el agua lluvia, generando una creciente escasez hídrica en verano y carencia de agua en localidades rurales.

Nuestras propuestas, que hemos hecho llegar al Gobernador, servicios públicos y a comunidades que habitan los territorios, consisten en: Planificar el territorio a escala de cuencas donde las comunidades locales, agricultores, emprendedores de turismo y otros habitantes de estos territorios, junto a actores sociales públicos y privados trabajemos juntos en el diseño de acciones tendientes a proteger los escasos bosques y turberas, restaurar los ecosistemas degradados y desarrollar prácticas productivas que protejan la calidad y cantidad de agua. Junto con eso, es relevante el diseño e implementación de redes participativas de agua potable, tal como aquella diseñada para Catruman y que aún no logra funcionar de manera óptima por falta de financiamiento y apoyo técnico para la gestión comunitaria del agua. De estas lecciones podemos seguir aprendiendo y se requiere de una mayor voluntad política para avanzar.