Un estudio en Canadá comprobó la interferencia que provocan los ruidos en la vida de las aves. Interviene el canto, y sus formas de comunicación. Este hallazgo es extrapolable a ciudades como Santiago. Es por esto que considerar este aspecto al momento de planificar ciudades, llevará a tener una ciudad con mejor calidad de vida, puesto que las personas valoramos que las avecillas nos deleiten con su canto.
