Vuelven las lluvias a Chiloé, pero el problema persiste

lluvias en chiloe

Cristián Frêne Conget.

Director ejecutivo Red Chilena de Investigación Socio-Ecológica a Largo Plazo (LTSER).

Investigador Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, desde la Estación Biológica Senda Darwin.

Como todos los años, al iniciar el otoño vuelven las lluvias y el problema de la escasez de agua se olvida, pero sólo hasta el próximo verano, en un ciclo inacabable que cada año se torna más crítico. Y es que definitivamente el patrón de lluvias está cambiando de manera preocupante, ya no llueve como antes, donde estábamos acostumbrados a un régimen de lluvias que se repartía de manera proporcional durante todo el año, con un aumento del agua caída en invierno, pero con abundantes lluvias primaverales y un periodo estival caracterizado por lluvias de bajos montos pero distribuidas durante los meses de verano.

Los datos de precipitaciones de la Estación Biológica Senda Darwin nos muestran que la temporada recién pasada acentuó un patrón de lluvias anómalo respecto al pasado, donde se constatan eventos torrenciales esporádicos y largos periodos sin lluvia. Entre octubre y diciembre de 2021 llovieron menos de 200 mm, con un monto muy bajo para diciembre, 45 mm en sólo 4 eventos de lluvia. Pero lo más preocupante es que el 60% de esa lluvia (27 mm) cayó en un solo día (31 de diciembre). En los meses de verano de 2022 la situación no fue muy distinta, con un monto total de lluvias de 286 mm, con 117 mm para enero, 54 mm en febrero y 115 mm en marzo. Es decir, llovió más en verano que en primavera, primer signo de que algo extraño está pasando. Pero además resulta relevante que esas lluvias cayeron de manera muy concentrada e intensa y de manera esporádica. En enero hubo solo 3 eventos de lluvia, y el 85% de la lluvia caída en ese mes ocurrió en dos eventos: entre los días 1 y 3 de enero precipitaron 53 mm (45% del total de lluvias del mes) y entre los días 22 y 23 de enero cayeron 46 mm (40% del total de lluvias del mes). Febrero fue aún más dramático, ya que en solo tres días (25 al 28) cayeron 41 mm (76% del total de lluvias del mes). Marzo cerró el ciclo estival con sólo 4 eventos de lluvia y en el primero de ellos, que cubrió la primera semana del mes, cayeron 65 mm (57% del total de lluvias del mes).

lluvias en chiloe

Entonces, a modo de síntesis, podemos concluir que las lluvias han disminuido en el periodo primavera-verano, de acuerdo al registro histórico de los últimos 30 años, pero lo que resulta aún más preocupante es que la escasa lluvia cae de forma torrencial, con gran intensidad en periodos cortos de tiempo. Esto implica que existen secuencias de varios días donde no llueve, y es en esos días donde la escasez hídrica se manifiesta con fuerza. ¿Por qué pasa esto? Sin duda el cambio climático es un factor relevante, pero el hecho que en Chiloé nos quedemos sin agua para uso humano durante el verano, donde aún llueve, se debe principalmente a que los ecosistemas que almacenan el agua de las lluvias, bosques, turberas y pomponales, se encuentran fuertemente degradados por actividades humanas, como la tala ilegal de bosques para la producción de leña y la extracción indiscriminada de turba y pompón. También es relevante, sobre todo en la zona norte de la Isla Grande y en las islas menores del Archipiélago, la eliminación histórica del bosque a través de incendios para la instalación de praderas ganaderas, que tienen una menor capacidad de almacenar agua.

El cambio climático es un fenómeno de escala mundial que no podemos controlar, pero sí está en nuestras manos recuperar áreas de bosques, proteger turberas y pomponales, sobre todo en los lugares donde se obtiene el agua para uso humano. Estas acciones pueden hacer la diferencia para adaptarnos (o no) a las anomalías climáticas que seguirán acompañándonos durante todo el presente siglo.

Publicado en la edición en papel de “La Estrella de Chiloé” el martes 26 de abril de 2022.